Los expertos consideran que un problema de alcoholismo es más probable si se observan muchas de estas señales simultáneamente, si ocurren repentinamente y si algunas de ellas son de naturaleza extrema:
Cambios en el estado anímico: arrebatos de cólera, irritabilidad y estado defensivo.
Problemas escolares: escasa asistencia, notas bajas o acción disciplinaria reciente.
Rebelión contra las reglas de la familia.
Si cambia de amigos y no los lleva para que tú los conozcas.
Una actitud de “no me importa nada”: aspecto desordenado, falta de participación en intereses anteriores y energía general baja.
Alcohol en el cuarto o en la mochila de tu hijo o aliento a alcohol.
Problemas físicos o mentales: lapsos de memoria, concentración baja, ojos inflamados, falta de coordinación o si no habla con claridad.
Cambios en el estado anímico: arrebatos de cólera, irritabilidad y estado defensivo.
Problemas escolares: escasa asistencia, notas bajas o acción disciplinaria reciente.
Rebelión contra las reglas de la familia.
Si cambia de amigos y no los lleva para que tú los conozcas.
Una actitud de “no me importa nada”: aspecto desordenado, falta de participación en intereses anteriores y energía general baja.
Alcohol en el cuarto o en la mochila de tu hijo o aliento a alcohol.
Problemas físicos o mentales: lapsos de memoria, concentración baja, ojos inflamados, falta de coordinación o si no habla con claridad.
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